Por Pablo Solovera
Reparto: Javed Sheikh, Hina Dilpazir, Ahsan Rahim
Dirección: Aziz Jindani
Clasificación: TE +7
Duración: 1h 25m
Sinopsis: El Rey León, el monarca de la jungla, ha decidido jubilarse y, para dar credibilidad a su sucesor, su consejera Miss Fina y él han decidido convocar elecciones. Mangu, un feliz y humilde burro lavandero, termina siendo accidentalmente el candidato popular, el cual deberá enfrentarse a Superbus, el sucesor legítimo del Rey León. Sin embargo, Mangu no sabe que su candidatura es parte de un macabro plan de Miss Fina, la cual pretende destronar al Rey León y evitar que su hijo le suceda para poder controlar ella misma el trono a través de un candidato que se deje llevar por sus órdenes. ¿Logrará Mangu convertirse en el monarca que ha prometido ser o se conformará con ser un mero títere?
“Donkey King” cuenta una historia que, en primera instancia, puede parecer muy infantil, similar a los otros cuentos “de la selva” que hemos visto tantas veces, pero esto no puede estar más lejos de la realidad. Detrás de esta historia se esconde una oscura historia de corrupción, nepotismo y discriminación, proveniente de Pakistán y que demuestra que la injusticia social es un término universal.
Para una película que nos promete un Rey Burro, la historia es demasiado larga y demora en llegar a este punto, teniendo un flujo lento y poco interesante, pero cuando finalmente lo hace, la película toma una velocidad absurda y todo lo medianamente interesante termina pasando en sus últimos minutos. Al menos, en su trayecto, presenta varios personajes distintos, con sus propias personalidades, cada uno demostrando un aspecto distinto del reino en que habitan.
No se espera mucho de una industria naciente como es la animación en Paquistán, por lo que tampoco es una sorpresa que gran parte de sus animaciones sean menores en calidad a lo que estamos acostumbrados, además de repetir mucho lo que se llama “ciclos de animación”, siendo el mismo movimiento utilizado varias veces, especialmente en las innecesarias y repetitivas escenas donde sus personajes corren en persecuciones. A pesar de esto, el tratamiento de texturas, algo tan celebrado en películas con un gran presupuesto, es bastante destacable y hace que no sea tan fuerte a la vista. En ciertos momentos la película se verá interrumpida con una canción que, si bien te desconecta un poco de la película, es refrescante y genera un descanso de su trama, además de ser algo muy tradicional del cine de medio oriente.
Quizás ser tan meticuloso en el análisis a una película infantil sea mezquino, pero aquí es donde queda resalta la verdadera intención de “Donkey King”: más que entretener, quiere informar. La película es una sátira de la actualidad social y política a nivel mundial, disfrazada de animación infantil y referencias a cine antiguo y televisión. Habla de discriminación, de machismo, de racismo, de xenofobia, de intervención electoral y de los temidos “poderes fácticos” que controlan el mundo, teniendo también otros temas del mundo árabe que se pierden un poco. Su director busca enviar este mensaje a través de una película para un público infantil. Al final, todo lo que puede ser negativo en esta película puede ignorarse por un rato si uno se centra en la intención detrás de esta.
Conclusión: a pesar de estar dirigida a un público infantil, su lento ritmo e intrincada trama no logrará entretener a los niños, pudiendo no comprender los temas con facilidad. Como sátira, como mensaje potente y firme, es una película importante que puede ayudar a enseñar la desigualdad, la pobreza, las dictaduras y tantos otros temas que cuesta explicar a veces, incluso pudiendo ser útil en el mismo contexto social que está viviendo el país. No es Pixar ni Michael Moore, pero está por ahí.
5/10
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