Por Fernando Soto
Reparto: Claire Danes, Damian Lewis, Morena Baccarin, David Harewood, Diego Klattenhoff, Jackson Pace, Morgan Saylor, Mandy Patinkin, David Marciano, Navid Negahban, Jamey Sheridan, Hrach Titizian, Maury Sterling, Zuleikha Robinson, Rupert Friend, Timothée Chalamet.
Creadores: Gideon Raff, Howard Gordon, Alex Gansa.
Género: Criminal, Drama, Thriller.
Calificación: +18
Episodios: 96
Plataforma: Showtime
Sinopsis: La serie sigue a Carrie Mathison (Claire Danes), una oficial de operaciones de la CIA que, después de realizar una operación no autorizada en Irak, es puesta en Langley, Virginia. Mientras ella estaba llevando a cabo la operación en Irak, fue advertida por un activo que un prisionero de guerra estadounidense se había unido al grupo terrorista Al-Qaeda. (Showtime)
En 2011, la cadena Showtime inició una de sus producciones más elogiadas por la crítica, “Homeland”. Ganadora del Globo de Oro y el EMMY en las categorías principales de Drama, la serie se mantuvo cosechando buenas críticas y nominaciones. La serie es destacada por ser un desafiante thriller político y psicológico teniendo una gran resonancia en la opinión pública. Este drama es una adaptación de la serie israelí, "Prisoners of War", creada por Gideon Raff.
“Homeland” se salta los convencionalismos más arraigados del cine y la televisión. Por ejemplo, si hay que dejar en evidencia a las agencias de espionaje de Estados Unidos, se hace; si se debe hablar de las amenazas terroristas que vive el país, se habla. Cuando hay que poner en duda la ética y prácticas militares, se ponen en duda; incluso, si debe morir un personaje de peso, morirá, independiente de si es bueno o malo.
Para muchos fanáticos la serie terminó en la tercera temporada con la muerte de uno de los protagonistas, pero deben darse cuenta y entender que "Homeland" siempre ha sido sobre Carrie Mathison, esta joven que se construyó a sí misma en los Estados Unidos posterior al 11 de septiembre de 2001, y que busca defender su país mientras lucha contra su bipolaridad. Durante sus 96 episodios hemos escuchado una frase en los créditos de la serie, “pasé algo por alto una vez, no voy -no puedo dejar que pase otra vez”. Esta es una convicción que define a Carrie, por lo que plantear un escenario político, donde se desencadenaran acciones similares, era la mejor opción para demostrar sus acciones y hasta donde estaba dispuesta a llegar con tal de evitar esos hechos.
Además de ser un thriller psicológico y político, también es una serie que se sustenta en sus personajes y las relaciones entre ellos, por lo que las decisiones de vida o muerte que debía tomar Carrie tenían un impacto a tal grado de dañarla emocionalmente, así como su relación más importante: su vínculo con Saul Berenson.
La bipolaridad del personaje principal puede usarse como una metáfora de un mundo enfermo, donde cada vez es más difícil distinguir entre lo que es correcto o no, y en el que el enemigo puede estar en las fronteras de Afganistán y Pakistán, Alemania o en los pasillos de la Casa Blanca. Uno de los aciertos de la serie siempre ha sido mostrar a personas normales, con errores y una moral cuestionable. Estos personajes están lejos de ser perfectos, y eso es lo que los hace interesantes. En el caso de Carrie ella no es una superheroína, pero siempre lucha por hacer lo que cree correcto, aunque se equivoque.
En las últimas temporadas, la serie también ha explotado la trama de las "Fake News", la interferencia rusa, la amenaza interna y los presidentes que pierden la calma o dejan que sus egos los consuman. Si bien hay algo que muchas series no logran hacer, que es crecer, hacerse cada vez más grandes y potentes, este no es el caso de “Homeland”, ya que es una serie la cual se reinventó tras cada temporada, entregándonos episodios llenos de tensión y conflictos, donde los notables trabajos actorales, especialmente de Claire Danes, afianzan la trama de paranoia y terrorismo.
El final de la última temporada está a la altura de los mejores de la serie y fue muy astuta al establecer una trama espejo con la primera temporada, no solo poniendo a Carrie Mathison en el punto de mira que estuvo Brody, sino enfrentándola cara a cara con su mayor miedo y su sentimiento de culpa. Aunque Carrie ha tomado muchas decisiones imperdonables en estas ocho temporadas, en estos últimos capítulos ha llevado a cabo la última de las traiciones, pero, como dice Saul Berenson en uno de estos últimos episodios, Carrie Mathison nunca pierde de vista lo importante, y si tiene que pasar por encima de todo y de todos, lo hará, porque sabe que es lo correcto. Hay un dicho que indica que "el fin justifica los medios” y más si es para evitar una guerra. Aún así, Carrie agoto hasta el último recurso con tal de que el fin no justificara los medios, porque los medios eran acabar con la vida de su amigo y mentor, dañando así la única relación afectuosa que le quedaba.
El publicar un libro titulado “La Tiranía de los Secretos”, en el que deja al descubierto los errores de la CIA y el ver por última vez su pared llena de teorías y conspiraciones, fue la mejor tapadera para su personaje, ya que tiene una nueva misión, ocupar el lugar de la informante rusa para que su traición a Saul no fuese en vano. A fin de cuentas, salvo al mundo nuevamente sacrificándose ella misma, siendo considerada una traidora nacional, alejándose de su familia y escapando de su país.
Cada detalle paralelo de los últimos minutos entre Carrie y Saul fue emocionante, emotivo y brillante, siendo un final perfecto para la complicidad de estos personajes. Solo puedo decir que la agente Carrie Mathison ya es uno de los grandes personajes de la televisión, y su complejidad es la que nos permite interesarnos en los detalles de la historia.
9/10
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