Reparto: Amparo Noguera, Julieta Figueroa
Dirección: Jose Luis Torres Leiva
Género: Drama
Duración: 1h 29m
Clasificación: +14
Sinopsis: Dos mujeres que han compartido toda una vida juntas se ven enfrentadas a la enfermedad de una de ellas. La mujer enferma decide no seguir ningún tratamiento y ambas se mudan a una pequeña casa en el bosque hasta el día que la muerte llegue a sus vidas. Es así como volverán a reencontrar el amor que con el tiempo fue sepultado por la rutina. Poco a poco fortalecerán su relación mientras fuera de la cabaña la muerte aguarda su momento. (Cinechile)
Este film de Globo Rojo Films, producido por Catalina Vergara, marcó el retorno de Jose Luis Torres Leiva a San Sebastián en 2019. Su nueva película “Vendrá La Muerte Y Tendrá Tus Ojos” formó parte de la selección oficial de largometrajes donde en versiones anteriores del festival vasco también presentó otras obras en la competencia Zabaltegi: “El Viento Sabe Que Vuelvo A Casa” en 2016, “El Sueño De Ana” en 2017 y “Sobre Cosas Que Me Han Pasado” en 2018. En su tierra natal realizó el estreno nacional en el FicValdivia, festival en el cual de igual manera ha participado en años previos. Dentro de su ruta festivalera la cinta fue laureada como Mejor Largometraje Competencia Latinoamericana en el Festival Mar de Plata, Mejor Actriz (Julieta Figueroa) y Competencia nacional en el Ficiqq, como también fue galardonada en el Festival de Cine Chileno de Quilpué con los premios a Mejor Película, Mejor Guión y Mejor Fotografía.
Amparo Noguera encarna a Ana, una enferma cuya pareja, María, interpretada por Julieta Figueroa, ha decidido no tratar una enfermedad terminal y esperar a que su vida termine. Esta decisión pone un obvio peso en la pareja, pero también les permite volver a conectarse con sus sentimientos y el cariño que se tienen. La muerte es un tema que se ha tratado múltiples veces en el cine; es algo intrínseco del ser humano que todos deben enfrentar en algún momento de su vida, pero hay mil y una formas de hacerlo. No resulta extraño que Torres Leiva haya tomado el poema homónimo del italiano Cesare Pavese como inspiración, al igual que muchos otros artistas han hecho en el pasado. Sus versos que hablan de la transición del amor a la muerte se encuentran en total concordancia con la historia de estas dos mujeres en una prolongada vigilia que contempla las forma en que uno trasciende tras fallecer.
La espera de la pareja se desenvuelve en un paraje del sur de Chile, rodeadas de hermosas vistas y la plácida sonoridad de la flora y fauna excitada por el clima. Es aquí donde pasa el tiempo, reencontrándose con su relación y compartiendo por última vez paisajes, poemas e historias; estas últimas las vemos desarrollarse en pantalla, en un bosque atemporal donde conviven distintos personajes en un mismo lugar. Esta cuota de realismo mágico es lo que dota de dinamismo al relato y hace que una historia con una temática tan densa como la muerte se inmiscuya en otras dimensiones más esenciales de esta.
Además de la dirección y las buenas actuaciones, la cinematografía es uno de los puntos más fuertes del largometraje. el uso del sol y bokettos en la fotografía entrelaza a los personajes con su entorno además de los planos fijos y suaves travelings que permite contemplar con sutileza el desenlace final de los últimos momentos compartidos de estas mujeres. Prepondera una atmósfera de tranquilidad y quietud que vuelven inevitable caer en cavilaciones y remembranzas. guiada por una cinética lenta pero constante que permite absorber las emociones, especialmente en bellos primeros planos cargados de silencios y miradas que lo dicen todo. Todo resulta en una sutileza apacible donde recae el encanto de la narrativa.
En pocas palabras, es una película sutil y delicada que lidia con la muerte de una manera serena y digna. Ideal para un espectador que se de el tiempo de ver con calma y de reflexión. Un retrato solemne de un tema muchas veces retratado en el cine, que habla sobre cómo vivir el duelo y las interrogantes y momentos que rondan el final de una vida.
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