Furor ha causado el estreno de “Tengo Miedo Torero”, la adaptación de la novela de Pedro Lemebel, a cargo del director chileno Rodrigo Sepúlveda. Una de las razones que le ha hecho aclamada por la crítica es su gran trabajo en equipo, sin dejar ningún detalle escapar. Una de estas áreas que destaca de sobremanera en la película es la Dirección de Arte, la que está a cargo de Marisol Torres, quien trabajó previamente en este mismo cargo en las películas “Las Cosas Como Son” (2012) de Fernando Lavanderos y “Perkin” (2018) de Roberto Farías. También trabajó en el vestuario en “Dawson, Isla 10” (2009).
Tuvimos el agrado de intercambiar algunas palabras con Marisol Torres, quien nos contó acerca del proceso creativo y de filmación de la película.
“Tengo Miedo Torero” es un proyecto que lleva generando expectación hace ya un tiempo, ¿Qué puede contarnos sobre la película?
La película es una adaptación del libro de Lemebel, un proyecto que estuvo mucho tiempo en proceso, hasta que por fin se logró grabar durante el 2019. Personalmente, es mi primera película de Dirección de Arte para cine de época, por lo que tengo un cariño especial. Hubo una energía potente durante todo el rodaje, todo el equipo estaba muy concentrado y entregando lo mejor de sí para el resultado final.
¿Cómo intervinieron y seleccionaron las locaciones de grabación, teniendo en cuenta que "Tengo Miedo Torero" es una cinta de época que además explora el mundo LGBT de esos años?
La locación principal (la pajarera o la casa de La Loca ), su fachada estaba en un cité de Santiago Centro, y el interior en una casona de Barrio Yungay. Se eligieron porque cumplian con las expectativas de la carpeta de arte: un cité que no estuviera tan intervenido por la contemporaneidad y, en el caso de la casona interior, que evoque a un espacio abandonado, pero que tuvo un pasado glorioso. En ambos lugares hubo mucha intervención escenográfica, desde pintura de muros de acuerdo a la paleta de colores propuesta, así como un tratamiento estético de envejecimiento y de vetas del terremoto (ocurrido dos años antes según la historia). Yo no hablaría del mundo LGBT de esos años, hablaría de un mundo oculto, de la noche y glamour clandestino, pero muy precario, como parte la película. Por ejemplo, un pool que en la parte de atrás se realizan shows o el cine porno que literalmente desciendes para llegar a él.
¿Cuáles fueron los principales desafíos a los que tuvieron que enfrentarse durante todo el proceso de trabajo?
El principal desafío fue sin dudas trabajar en un guión que está basado en una novela famosísima, en donde, quieras o no, es parte del imaginario popular. Como aportar una estética para algo que está en el inconsciente colectivo de algunos.
¿Qué significó formar parte de este proyecto?
Para mi formar parte de este proyecto significa poder aportar desde mi oficio, trabajar con un equipo de arte increíble, en donde todos dieron lo mejor de sí profesionalmente para un resultado que nos convenciera a todos. Mucho cariño en general.
¿Cómo funcionó el proceso de trabajo y caracterización con Alfredo Castro?
El proceso de caracterización de Alfredo empezó meses antes de la mano del maquillador Franklin Sepulveda, luego fue reforzado con la propuesta de vestuario, para cuando se presenta en la locación y todo junto, personaje y ambiente funcionan.
¿Cómo vive todo el equipo un estreno online desde casa?
Pucha lo vivimos conectados al WhatsApp , esperando con ansia poder reunirnos, ¡y celebrar como corresponde!
Agradecemos a Marisol Torres por su tiempo y voluntad de conversar con nosotros y, desde el equipo de Demencia Cinéfila, le enviamos nuestras felicitaciones a ella y todo el equipo por su gran trabajo en una gran película.
“Tengo Miedo Torero” vive sus últimos días de exhibición, hasta el 27 de septiembre, de forma exclusiva a través de PuntoTicket.cl, y puedes leer nuestra reseña aquí.
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